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EROTIKA. RELATOS Y PENSAMIENTOS

Erotismo y Amor

Mi cabeza sobre tu pecho.

Mi cabeza sobre tu pecho.

Recuesto mi cabeza sobre tu pecho desnudo, siento tus latidos y tus manos se posan sobre mi espalda. Me siento tan cerca de tí... Siento tu pensamiento unido al mio a través de un fino hilo que recorre los kilometros que nos separan. Pienso que estarás haciendo, quizás estás ahora frente al televisor, sin ver lo que sale en la pantalla, porque estás pensando en mí, porque recuerdas esos momentos, cuando me acerco a tí, cuando tus brazos me rodean y un beso estalla entre nosotros. Pienso en tí, mi cielo, porque estás aquí. Te quiero.

 

SENTIR

SENTIR

Abro la puerta y tras ella encuentro el pasillo lleno de velas, velas a los lados, pegadas a la pared, marcando el camino. Avanzó despacio para no apagarlas ni quemarme con ellas, y llego al comedor y allí me esperas tú, sentado sobre la alfombra, frente al hogar, completamente desnudo. Sonrío al verte, estás tan guapo. Me quitó el abrigo y lo dejo junto al bolso en el sofá. Me pides que me acerque a ti y lo hago. Te pones en pie y me besas apasionadamente. Empiezas a desbrocharme la blusa. Lo haces despacio, recreándote en cada movimiento. La deslizas por mis brazos, dejando que caiga al suelo. Besas mi cuello y luego poco a poco desciendes por mi pecho, bajando, hasta quedarte arrodillado frente a mí. Me quitas los pantalones con la misma delicadeza con que me has quitado la blusa. Semidesnuda haces que me siente en el suelo frente a ti. Nos besamos y siento tu sexo chocando con el mío. Tus manos acarician mis hombros y desciendes hasta el sujetador. Me lo desabrochas y acaricias mis senos, luego besas mi cuello otra vez. Y sigues hasta mis senos, me empujas para que me acueste y entonces los mimas, los besas, los acaricias, los chupeteas. Me vuelves loca con tus caricias y mi excitación va aumentando poco a poco. Continuas descendiendo con tus besos, hasta llegar a mis braguitas. Me las quitas cuidadosamente y luego siento como acercas tu boca a mi sexo. Siento tu lengua buscando mi clítoris. Lames, chupeteas, me excitas. Sabes como hacerme estremecer. Mueves tu lengua diestramente por mi sexo, acaricias mi clítoris con tus dedos, los introduces en mi vagina, mientras yo gimo sin parar.

Vuelves a sentarte frente a mí, haciendo que yo también me siente otra vez. Acercas tu sexo al mío y me invitas a que me siente sobre tus piernas. Lo hago, tú sexo choca con el mío. Estamos encendidos como el fuego del hogar. Diriges tu pene hacía mi agujero y muy despacio desciendo sobre él. Poco a poco vas entrando en mí. Nos abrazamos con fuerza, pegando nuestros cuerpos y empiezo a moverme sintiendo como tu sexo me llena, como resbala por las paredes de mi vagina y como me da ese placer que tanto he deseado. Tus ojos me miran, nuestros labios se besan. Siento tus manos acariciando mis senos y cierro los ojos, sólo quiero sentir. Sentir que eres parte de mí, sentir ese placer que me das, el rumor de tus gemidos en mis oídos y la pasión de este momento en mi corazón. Subo y bajo sintiendo ese cosquilleo que me llena, tus manos aprietan mis nalgas y uno de tus dedos busca mi agujero trasero, porque sabes cuanto me excita eso. Gimo y empujo hacía ti cada vez con más fuerza, estoy desatada porque tú provocas ese efecto en mí. Siento tu sexo hinchándose en mí y eso me enciende más. Gemimos, nos movemos; cabalgo sobre ti cada vez más rápido y el fuego de esta pasión nos quema hasta lograr que me estremezca en un maravilloso orgasmo. Sigo cabalgando sobre ti hasta que tu pene se hincha por completo dentro de mí y llegas al éxtasis final. Nos abrazamos sintiendo nuestros cuerpos calientes piel sobre piel, pegados a fuego y así permanecemos un rato.

Hoy no quiero despegarme de ti, porque hasta dentro de un mes no volveremos a tener un momento como este, y no quiero, quiero estar pegada a ti para siempre. Sentir tu calor, tu olor, tus besos. Un mes me parece ahora mucho tiempo, pero por ti resistiré, esperaré y cuando vuelvas te recibiré con los brazos abiertos dispuesta a darte el mejor abrazo, y el mejor momento para sentirnos otra vez pegados.

TE QUIERO, MI SOL. Así que antes de irte te dejo este beso caliente y húmedo para que no te olvides de mi sabor.

A CONTRALUZ.

A CONTRALUZ.

Observas mi cuerpo a contraluz de la ventana por la  que observo como el sol de la mañana se eleva hacía el cielo azul que despierta al día. Sé que me observas y sé que te gusta hacerlo cuando me ves así, a contraluz. Sé que tus ojos estan fijos en mi figura, que resiguen la linea curva de mis caderas y siguen hacía arriba, me giro hacía  tí y ahora observas mi cuerpo desnudo que se te ofrece. Veo como te muerdes el labio, como bajo la sábana se eleva una especie de tienda de campaña justo a la altura de tu sexo. Ese que tanto me gusta y tanto me atrae. Por eso avanzo despacio hacía tí, tratando de no romper la magia de este momento. Te incorporas y me recibes con los brazos abiertos. Nuestros labios se unen en un profundo beso. Tus manos recorren mi piel desnuda y las mias apartan la sábana para recorrer también la tuya. Me siento sobre tus piernas, siento tu sexo rozando el nacimiento del mio, estoy excitada, casi tanto como tú. Tus manos se deslizan hasta mis senos y los masajeas despacio, suavemente. Las mias se pierden entre nuestros cuerpos acariciando tu sexo erecto, masajeando el tronco de arriba a abajo. Mis labios besan su oreja, la muerden y se deslizan hasta tu cuello que succiono y chupeteo. Los tuyos tratan de imitarlos sobre mi cuello y mi excitación aumenta. Una de tus manos se mueve hasta mi sexo acariciando mi clítoris. Gimo excitada. Siento tu sexo rozando el mio, pujando por penetrarme y siento como poco a poco lo hace, como entras en mí, haciendome suspirar excitada. Nos abrazamos pegando nuestros cuerpos y empiezo a moverme sobre tí. Tu sexo entra y sale de mí, me penetra, lo siento rozando las paredes de mi sexo, hinchandose dentro de mí y poco a poco mi placer va aumentando en la misma medida que lo hace el tuyo. Gemimos, nos besamos, nos abrazamos. Ese sueño que tantas veces ambos soñamos ahora es una realidad palpable al sentir nuestras pieles ardiendo por este deseo. Empiezo a sentir el placer recorrer mi sexo, y explotar por fin dentro de mí, y unos segundos después también el tuyo estalla. Nos abrazamos con fuerza sintiendo que el sueño se ha cumplido.

MARAVILLOSO ORGASMO.

MARAVILLOSO ORGASMO.

Subo en el ascensor, mi corazón va a cien por hora. El ascensor se detiene y salgo de él. Camino con paso seguro hacía el despacho, abro la puerta y estás allí, dándome la espalda, concentrado, trabajando. Me acerco a ti sigilosa, tratando de no hacer ruido para que no notes mi presencia. Cuando estoy justo a tu espalda, acaricio tus hombros con suavidad, acerco mi boca a tu oído y te susurro:

- Esa brujita te ha dejado hecho polvo, ¿eh, mi vida?.

Mueves la cabeza afirmativamente y giras tu silla hacía mí y te beso apasionadamente. Introduciendo mi lengua dentro de tu boca, buscando la tuya, rozando todos tus dientes. Nuestras lenguas pelean, se enreda, se sienten y finalmente abandono tu boca, chupando tus labios y succionando el inferior. Tus manos, instintivamente, se han ido a mis tetas, acariciándolas por encima de la blusa suavemente. Luego, cogiéndome por la cintura, me has aupado para sentarme sobre la mesa. Me he tumbado sobre ella, mientras tus manos se perdían por debajo de la blusa rozando delicadamente mi piel, has besado mi ombligo como sólo tú sabes hacerlo, haciendo que mi piel se erice. Beso a beso, y desabrochando la blusa has llegado hasta mis senos, que has acariciado y pellizcado dulcemente, haciéndome vibrar otra vez. Y he sentido como clavabas tu pelvis entre mis piernas abiertas. De nuevo tus labios han besado los míos, mientras tu mano se perdía entre mis piernas y rebuscando bajo las bragas encontraban mi sexo húmedo. He gemido excitada, deseando que siguieras, y tú me has mirado a los ojos adivinando que deseaba que siguieras. Tus dedos se han adentrado entre los pliegues de mis labios vaginales, han buscado mi clítoris y lo han acariciado. Yo gemía excitada, suspiraba cada vez más, mientras sentía tus dedos hurgando en mi sexo. Entonces te he mirado a los ojos y te he suplicado:

- ¡¡Métemela, ya!!!

No te has hecho derogar. Te has bajado la cremallera del pantalón, sacando tu sexo erecto, has apartado mis bragas, has acariciado mi sexo húmedo con tu verga y luego suavemente, me has penetrado. Ha sido un momento mágico, especial. Sentir como me penetrabas, como tu sexo se abría paso dentro del mío, ha sido sobre todo excitante. Luego has empezado a moverte, dentro y fuera de mí, primero despacio y luego acelerando tus movimientos, yo trataba de acompañarte, de moverme sintiéndote dentro de mí, mientras nuestra manos permanecían unidas. Tus labios han buscado de nuevo los míos, y de nuevo un beso ha estallado entre nosotros, pelea de lenguas, chupetones, labios que se unen y se sienten... Mientras nuestros cuerpos se movían acompasados el uno con el otro. Poco a poco he empezado a sentir ese inconfundible cosquilleo que precede al orgasmo, mientras sentía como tu sexo se hinchaba dentro del mío, hasta que finalmente ambos hemos estallado en un maravilloso orgasmo. Al terminar me has mirado a los ojos, nos hemos besado suavemente y me has dicho:

- Gracias, Princesa, lo necesitaba.

- Te quiero. – Te he dicho yo. Nos hemos abrazado. Y has añadido:

- Yo también te quiero.

 

Erotikakarenc.

TE IMAGINO...

TE IMAGINO...

Bueno, este es un relato inédito, que he escrito hoy mismo, principalmente porque echo de menos a Rinaldo y me he puesto a pensar en él, en lo que debe hacer y pensando, pensando, me ha surgido esto. Así que... espero que te guste cariño, es sólo para tí. Te quiero.

Te imagino acostado en tu cama aún, con los primeros rayos de sol que entran por las rendijas de la persiana iluminando tu cuerpo desnudo. Tu cara describe una felicidad y una tranquilidad únicas que me hacen desearte aún más. Siento que mi sexo se humedece con esa visión. Me acerco a la cama, me quito la ropa despacio mientras te observo, dormido, admiro tu cuerpo perfecto. Una vez completamente desnuda me subo a la cama y gateo sobre ella hasta llegar a ti y a ese tesoro dormido entre tus piernas. Aparto la sábana que te cubre hasta la cintura y tímidamente acaricio tu sexo. Empiezo a lamerlo suavemente y tanto él como tú os vais despertando poco a poco. Me observas, te miro y una alegre sonrisa se dibuja en tu cara. Levantó mi cara hacía ti y te sonrío traviesa. Sigo lamiendo tu sexo que poco a poco se va izando altivo y altanero. Enredas tus manos en mi pelo y lo aprietas suavemente. Me introduzco tu glande en la boca y sin dejar de mirarte comienzo a chuparlo. Lo saboreo, lo mimo con mis labios y mi lengua mientras tú gimes y embistes mi boca deseando más. Saco el glande de mi boca y ahora lamo el tronco descendiendo hacía los huevos que también lamo, primero uno y luego el otro, despacio y con calma, no tenemos prisa. Los chupeteo y me deleito con ellos mientras con mi mano acaricio el tronco suavemente. Vuelvo ascender por el tronco lamiéndolo con mi lengua hasta llegar otra vez al glande que vuelvo a introducirme en la boca y lo repaso, lo chupo, lo saboreo. Y tiras de mi pelo suplicándome:

- Ven.

Acercó mi boca a la tuya, nos besamos y reposo mi cuerpo sobre el tuyo. Con tu mano acaricias mi seno desnudo y nos miramos a los ojos, susurras:

- Te quiero.

- Te quiero. – Repito yo.

Y aprovechas el momento para tumbarme boca arriba. Vuelves a besarme y esta vez llevas tu mano a mi entrepierna que está húmeda y deseosa de sentirte. Acaricias mi clítoris con suavidad, luego introduces un par de dedos en mi y haces que mi cuerpo se convulsione por completo. Desciendes con tu boca hasta mis senos, los besas y los mimas sin dejar de acariciar mi clítoris y mi vagina. Gimo y me estremezco. Sigues descendiendo por mi vientre, besándolo y lamiéndolo con tu lengua mientras yo te observo. Me muerdo el labio inferior imaginando lo que vendrá a continuación. Llegas hasta mi pubis y reposas tu barbilla sobre él, me sonríes y me guiñas un ojo. Luego acercas tu lengua a mi clítoris y empiezas a lamer, chupar y mordisquear arrancándome suaves gemidos de placer. Te entretienes en mi entrepierna, venerándola, dándome ese placer que sólo tú me sabes dar. Suspiro y mi cuerpo se convulsiona por la corriente eléctrica que me causan tus caricias bucales. Y apunto de correrme te detienes, te pones sobre mí y diriges tu miembro erecto al interior de mi cueva. Me penetras suavemente y nos abrazamos. Por fin, unidos, por fin somos uno. Comienzas a moverte despacio, mirándome a los ojos y sonriendo, haciéndome sentir como tu pene entra y sale de mí. La pasión nos quema y nos une, nos envuelve en esta habitación, miles de caricias describen este amor, este sentimiento, este tú y yo. Tus labios besan los míos y se unen irremediablemente, mientras empujas contra mí y una fuerte corriente eléctrica se desata desde mi sexo expandiéndose por todo mi cuerpo justo en el mismo instante que tú también sientes ese éxtasis y te derramas en mí. La unión perfecta se ha completado, me abrazas, te abrazo y me susurra al oído:

- Te quiero.

- Te quiero. – Repito yo.

Y nos quedamos abrazados, descansando.

 

Erotikakarenc.

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A TI.

A TI.  

(Para mi amado y querido prometido).

A ti, que lees todos y cada uno de mis relatos, a ti que en ellos te ves reflejados, a ti que me dedicas las más hermosas palabras, a ti que siempre me ves con buenos ojos. A ti, que nada puedo negarte, a ti quiero dedicarte tan solo por un minuto todas mis palabras.

A ti que con cada una de mis letras te transportas a ese mundo donde sólo estamos tú y yo. Y entonces poco a poco me desnudas, besando cada poro de mi piel, la habitación se llena de mis suspiros y sabes entonces, que me gustan esos besos que me das. Y mi aprobación te hace ir más allá, me tumbas sobre la cama, me desprendes del sujetador y acaricias mis senos. Tus ojos me miran, los míos te devuelven la mirada y un nuevo suspiro escapa de mi garganta. Besas mis labios, introduces tu lengua en mi boca, la mía se enreda con ella. Abandonas mi boca y lames el lóbulo de mi oreja, mi cuerpo se estremece y gimo. Desciendes despacio por mi cuello, beso a beso hasta llegar a mis senos. Los besas, los chupas, los lames y te entusiasmas con ellos. Siento como mi piel se eriza, y mis pezones se endurecen. Deseo más, y tú lo sabes, por eso sigues tu camino descendente por mi vientre, hasta llegar a la frontera de mis braguitas, muy despacio las deslizas por mis piernas y me las quitas. Abro las piernas dispuesta a recibirte. Mi sexo se humedece sólo con pensar lo que harás. Y enseguida siento tus labios rozando los míos. Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo. Tu boca se cierra sobre mi clítoris y empiezas a lamerlo, lo chupas, lo mordisqueas levemente; yo me convulsiono, siento el placer recorriendo mi sexo, tu lengua se mueve sabiamente, recorre el camino hacía mi vagina y se introduce en ella, otro gemido escapa de mi boca, no puedo evitarlo, mis piernas se mueven, todo el bello de mi cuerpo se eriza. Enredo mis manos en tu pelo y empujo tu cabeza hacía mi sexo, sientes como mis jugos llenan tu boca y entonces te suplico:

- Rinaldo.

Sabes perfectamente lo que deseo, te pones sobre mí, tu sexo erecto se acerca al mío. Suspiro y fijo mi mirada en la tuya, no nos hacen falta las palabras, ambos sabemos lo que sentimos con tan sólo mirarnos a los ojos. Entras en mí despacio y despacio tu sexo se desliza por el mío, te atrapo con mis piernas, te recuestas sobre mí y de nuevo tus labios besan los míos, nuestras manos se entrelazan y despacio sin dejar de mirarnos a los ojos empieza el baile de pasión, la batalla del amor entre mi cuerpo y el tuyo. Y juntos cabalgamos hacía la cumbre.

Y a ti, sólo a ti, puedo darte esta pasión y a mí, sólo a mí, puedes darme esa parte de tu corazón. No se lo digas a nadie, pero algún día (y sé que tú lo sabes) la promesa que te hice, se cumplirá.

Erotikakarenc

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