Blogia
EROTIKA. RELATOS Y PENSAMIENTOS

Erotismo y Amor

ME DUELE

ME DUELE

Me duele pensar que te perdí,

me duele pensar que pueda perderte,

me duele pensar que perdí el tiempo buscando otros cielos

me duele sentir que no me dí cuenta que estabas ahí

Y lloro cuando pienso en lo grande de este sentimiento

que me obliga a echarte de menos cuando no te tengo

Y soy feliz cuando te siento

cuando sé que estás cerca de mí,

cuando sé que piensas en mí,

Y sé que te quiero

y ya no puedo vivir sin tí,

eres la luz de mi camino,

eres una razón para seguir,

eres... el sol que ilumina mis mañanas

eres tú y por eso te quiero.

Erotikakarenc

 

CUANDO NO ESTÁS.

CUANDO NO ESTÁS.

Cuando no estás te echo de menos y entonces me doy cuenta de lo grande que es este sentimiento que por tí tengo. Deseo que pase el tiempo, que las horas corran para volver a estar contigo, y cuando te veo me conformo con cualquier cosa, un simple roce, una sonrisa, una palabra bonita me bastan para sentirte cerca, más cerca de lo que nadie ha estado de mí. Saber que estás bien, es suficiente para sentirme bien y entonces todo los demás deja de importarme y sólo me importas tú. A veces cuando no estás, empiezo a temer que no vuelvas y el mio me atenaza, intento quitarme esos pensamientos de mi cabeza, pensar que tú estarás ahí, mañana por la mañana, como siempre y que podré saber que sigues bien, que podré rozar tu mejilla, besar tus labios y sentir que estás ahí. Cuando te echo de menos, cuando no estás, es cuando me doy cuenta de hasta que punto te echaría de menos si te fueras para siempre de mí.

 

ANSIOSA

ANSIOSA

Ansiosa por verte estoy, ansiosa por sentir tus labios, ansiosa por  tenerte de nuevo entre mis brazos, ansiosa por acariciar tu mejilla y mirarme en tus ojos mientras me dices con voz suave: Te quiero princesita.

 

ESTA MAÑANA.

ESTA MAÑANA.

Esta mañana me he levantado sintiendo un cosquilleo especial entre mis piernas. Pensaba que podría ser y entonces he pensado en tí, notando que ese cosquilleo aumentaba y poco a poco he ido recordando que esta noche tú has estado en mis sueños. He soñado que me llenabas de besos, que tus labios me provocaban un hermoso estremecimiento cuando rozaban mi cuello, que tú mano me hacía vibrar cuando acariciaba mi sexo. He sentido que mi sexo se humedecía cuando el tuyo rozaba sus puertas y todo mi cuerpo te deseaba en ese momento. He sentido que tu sexo se introducía en mí, que tu corazón latía junto al mio, que tu lengua peleaba con la mia y que nos amabamos apasionadamente sintiendonos el uno al otro. Esta mañana he descubierto cuanto y como te sueño, cuanto y como te siento dentro de mí, aún en la distancia.

Tu cuerpo desnudo.

Tu cuerpo desnudo.

Me encanta verte desnudo sobre la cama, mientras remoloneas para levantarte, tu cuerpo desnudo, tus hombros perfectos, tu espalda bien definida y ese culito que tanto me gusta, en su justa medida, con sus redondeces perfectas, que invitan a morderlo. Me encanta tu cara de sueño, con esa paz que describes en tus ojos y en tu sonrisa y esa mirada risueña con los ojos entrecerrados como sino quisieran abrirse. Me encanta todo eso, porque ese parte de tí y lo que más me gusta de todo eres tú.

Nuestra nube.

Nuestra nube.

....Siento tu aliento sobre mi sexo y me estremezco, un escalofrio recorre mi cuerpo, haciendo que mi piel se erice. Espero expectante a sentir tu lengua y no tardas mucho en posarla sobre mi clítoris, que masajeas lentamente. Empiezas a moverla por todo mi sexo y yo empiezo a gemir y convulsionarme placenteramente. Acaricio mis senos mientras siento las llamas de mi deseo quemando mi piel. Tu boca chupetea diestramente mi sexo, introduces tu lengua en mi vagina y yo sigo gimiendo. Con tu mano tratas de alcanzar uno de mis senos y los masajeas. Yo te suplico que vengas, que necesito sentirte dentro, que te deseo. Me haces caso por fin y te pones sobre mí. Acaricias mi mejilla y me observas con ternura, en tus ojos veo tu pasión, tu deseo, tus sentimientos hacía mí. Sin dejar de mirarme, siento como guias tu sexo hasta el mio. Me besas y suavemente me penetras. Te siento entrando en mí, te siento en mí, eres mio. En este momento sólo existimos tú y yo. Empiezas a moverte y yo también me muevo. Acompasamos los movimientos de nuestros cuerpos, mientras estamos pegados, pegado como nunca, pegados como siempre hemos soñado, flotando en nuestra nube, esa en la que nos sentimos tan a gusto. Nuestra nube.

ME ENCANTA QUE ME MIRES.

ME ENCANTA QUE ME MIRES.

Me encanta que me mires mientras me desvisto, cuando poco a poco me voy desabrochando la blusa y tú impaciente y expectante esperas que desabroche el último botón y entre abra la blusa para ver mis senos desnudos. Por eso no me pongo sujetador, por que sé que eso te excita y me encanta excitarte, que me mires con esos ojos de deseo y esa cara tan tierna que me provoca acercarme a tí, sentarme sobre tus piernas y enseñarte el canal de la blusa que se abre frente a mis senos insinuandote lo que esta debajo. Te beso y tus manos se pierden por debajo de la tela, acarician mi piel y me muevo excitada. Te deseo, te ansio y no lo puedo evitar. Quiero sentirte en mí, quiero que este momento no termine nunca. Tus manos se mueven hasta mis senos y suavemente los acaricias. Finalmente te atreves a apartar la blusa, me la quitas y la dejas caer al suelo, mientras tus labios se pegan a mi cuello. Cierro los ojos sintiendo ese agradable cosquille que me hace estremecer, siento como mi sexo se humedece y deseo más, pero dejo que seas tú quien decida como debemos seguir. Me tumbas sobre la cama, tumbandote sobre mí. Siento tu sexo pegado al mio, crecido y ardiendo de deseo igual que el mio. Sigues besando mi cuello y no puedo evitar estremecerme. Besas mis senos, los acaricias, los sobas y los mimas. Te observo mientras lo haces, me encanta mirarte mientras me das placer. Desciendes por mi vientre y llegas a mi braguitas, con mucha sensualidad y lentitud me las quitas, mientras siento tu respiración en mi sexo. Deseo cada vez más, pero parece que cada vez vas más lento. Cuando finalmente me las has quitado, asciendes por mis muslos, besandolos suavemente, hasta llegar a mi sexo...

CON ESE TRAJE.

CON ESE  TRAJE.

Te observo desde mi mesa y te veo sonriendome, me pones un montón con ese traje y esa corbata que te sientan tan bien. Poco a poco tu imagen despierta mis más ocultas pasiones e imagino que te tengo frente a mí nuestros labios se pegan como si tuvieran un imán y mis manos se deslizan irremediablemente hacía tu cuerpo, acaricio tu torso por encima del traje, lo cojo por las solapas y lo empujo para quitarte la chaqueta. La hago descender por tus brazos y la dejo caer al suelo, mientras tus manos desbrochan el cierre de mi falda y la cremallera dejandola caer, también, al suelo. Tus manos aprietan mis nalgas y te abrazo, pego mi cuerpo al tuyo mientras seguimos besándonos, siento como tu sexo crece a la altura de mi vientre. Me separo un poco de tí, te desabrocho el cinturon que aguanta tus pantalones, mientras tú desbrochas los botones de mi blusa uno a uno con una lentitud extrema, mientras tu lengua se enreda con la mia y luego roza mis dientes y mis labios con suavidad. Tus pantalones caen también al suelo después de que haya desabrochado la cremallera y el botón. Mi blusa están ahora un poco más abajo de mis hombros y me besas el cuello haciendo que todo mi cuerpo se estremezca, me siento húmeda y te deseo, deseo tenerte dentro y tú lo sabes, lo notas. Por eso vuelves a acariciar y apretar mis nalgas por encima de las bragas. Yo en cambio, soy un poco más atrevida e introduzco mi mano dentro de tus calzoncillos, busco tu sexo erecto, lo acaricio, siento su calor en mi mano y tú te estremeces. Tus manos desabrochan el cierre de mi sujetador. Me lo quitas y acaricias mis senos con suavidad, envolviéndolos con tus manos, luego acercas tu boca, los besas, los lames y los chupas haciendome suspirar. Mordisqueas mis pezones suavemente. Cada vez te deseo más, quiero tenerte dentro. Te miro a los ojos y tú te das cuenta de ello, por eso se pones frente a mí, me quitas las braguitas con rapidez, casi arrancándomelas, yo hago lo mismo con tu slip. Acercas tu sexo al mio, se pegan el uno al otro, rozas mi clítoris con tu glande y luego mi vulva y con mucha suavidad me penetras después de que yo haya envuelto tu cintura con mis piernas. Me sujetas con tus fuertes brazos y empiezo a moverme arriba y abajo sintiendo como tu sexo entra y sale de mí. Nos abrazamos, nos sentimos, nos amamos. Tus labios besan los mios, tus brazos me aprietan con fuerza y poco a poco el fuego del amor nos quema. Nos sentimos y poco a poco el placer nos va llenando hasta que ambos explotamos a la vez en un maravilloso orgasmo deshaciéndonos en mil besos y abrazos.

Despierto del sueño y te observo, estás guapísimo con ese traje.